Buenas personas ¿quiénes son?

Suena bien, muy bien escuchar que alguien es buena persona. No se dice de cualquiera ( y menos si está vivo).

Hay muchas creencias al respecto:  «Hay pocas personas buenas»,  » Para ser un buen profesional es necesario ser buena persona», «No merece la pena ser bueno».  Es posible.

La cuestión está en saber qué es una buena persona o, mejor dicho, quién es buena persona. Sería interesante consensuar las características básicas que ha de tener quien aspire a tal calificación para poder hablar todos del mismo concepto.

¿Cómo ha de ser una buena persona? , ¿ha de serlo siempre?, ¿cómo actúa?, ¿quién decide que lo es?. Estas son algunas de las preguntas que se me pasan por la cabeza a la hora de pensar e identificar las buenas personas de mi entorno. Sé que hay muchas y también sé que no responden a un mismo patrón ni características  por lo que me pregunto qué me lleva a pensar que  alguien lo es.

No lo sé. Creo que se trata de una sensación. Sí, las personas buenas te dejan buen sabor de boca aún cuando lo que dicen o hacen no te beneficie ( por lo menos, a corto plazo).  Son seres que se mueven por amor e intención de mejora.

 

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La palabra «persona» significa máscara.  Las personas buenas son máscaras que traspasan la luz, que brillan y contagian brillo, que se exponen sin miedo y que por muy grande que sea su error siempre será más fuerte su intención de hacer el bien. Suelen hablar para ayudar y suelen callar para no dañar pero, sobre todo, son capaces de dar lo mejor de sí y mantenerse en un segundo plano.

Ser buena persona no significa ser «perfecto» ni tan siquiera acertar siempre; está más relacionado con la intención y voluntad que con el resultado.

Tengo la sensación de que todos podemos ser o somos buenas personas para unos y malas para otros.  Salvo excepciones, todos podemos ser de todo.

Y sí, hay muchas personas buenas. ¿Conoces alguna?.