Por más que le doy vueltas, no llego a comprender el motivo por el que se cambia la hora en un sentido u otro. Una cosas más a añadir al saco «No sé porqué lo hago». Vaya en mi defensa que no es voluntario; quiera o no quiera ese cambio se producirá. Y ¿Qué haré yo?. Probablemente dormir una hora menos, o quizás no.
Es una hora, nada importante. O sí. Una hora, y menos, puede ser suficiente para cambiar la vida de alguien. Quizás no sea tan descabellado decir que las cosas más importantes de nuestra vida se hacen en menos de una hora.
Y si me quedase una única hora de vida ¿Qué haría?, ¿Qué harías tú?. YO, probablemente haría dos cosas; abrazar y dar las gracias. Un buen plan para quien ya no tendría más que planear. Sólo quedaría ejecutar el gran plan de mi vida; susurrar y gritar gracias sintiendo la piel de quiénes me arropan.
No sé si sabes cuál es el gran plan de tu vida o cómo lo vas a llevar a cabo. No lo anotes en tu agenda ni pongas alarmas en el móvil. No servirá.
Un pequeño detalle se me escapa ¿ Cuándo será la última hora de mi vida?. Ni idea, por si acaso voy haciendo los deberes no vaya a ser que me pille la hora sin agradecer y abrazando a un móvil.
Vaya por delante; gracias. Me gusta como hueles.