Hoy no pensaba escribir pero necesito compartir con quiénes estáis ahí, al otro lado una preocupación.
Si las redes nunca se han caracterizado por ser un remanso de paz, desde que comenzó el Coronavirus el grado de encrespamiento no sólo ha aumentado sino que se ha agudizado de forma notable. Redes sociales como Facebook o Twitter así como Linkedin están mejorando sus marcas en comentarios vacíos, irresponsables, insolidarios, agresivos y carentes de cualquier cualidad positiva.
La tecnología nos está ayudando mucho como elemento de interconexión personal pero no tenemos ni puñetera idea de cómo usarla. Y no sólo es eso, lo peor, a mi manera de ver es que las redes nos están «chivando» cosas muy «chungas» y tristes. Sí, empleo la palabra «chungas» y no otras palabras porque verdaderamente lo creo. Lo que se dice y cómo se dice es un ejemplo del manual de perfecto «analfabet@ multipotencial». En analfabetismo elevado a la máxima expresión ; si sabe, ni lo parece. El discurso (por llamarlo de alguna manera) que emplea lo podría aplicar con igual éxito en cualquier conversación, en cualquier contexto y en cualquier intervalo temporal porque no hay por donde cogerlo. Irradia malas intenciones, sólo eso.
No son la mayoría pero sí son una minoría muy insistente en su ignorancia y falta de respeto a todo y a todos.
Sería muy interesante analizar esta situación a través de datos numéricos porque es un barbaridad la cantidad de falsedades e insultos que se comparten cada segundo. Si esto es un reflejo real de nuestra sociedad, vamos de culo. Porque, me gustaría recordar, que las personas que tratamos de ser positivas no somos ni ilusas ni gilipollas; somos muy conscientes de todo porque nos informamos, tenemos nuestra formación, también nos viene bien el dinero, tenemos todo tipo de pensamientos, somos críticos, etc. Pero, sabemos que cualquier problema, sea de la magnitud que sea, sólo se resuelve a partir de una actitud positiva, constructiva y proactiva ( «En el agua estancada sólo salen sabandijas»).
Esto me preocupa pero aún me preocupa más otra cosa; las personas «normales» con sus defectos y virtudes se están yendo porque no lo soportan más. El problema no es que se salgan definitivamente o temporalmente de las redes; eso no me ocupa. El problema es el porqué lo hacen. La insistencia de los ignorantes multipotenciales y, reconozcámoslo, su resistencia está superando con creces la buena voluntad de la mayoría. Si esto también ocurre a pie de calle, estamos perdidos.
Si esto es lo que pasa en cada casa, en cada barrio, en cada pueblo o cada ciudad reconozco que me estoy equivocando y que el cambio será a peor. En este momento, sigo apostando por mi teoría pero, alarmada y preocupada por no estar en lo cierto mando un SOS a todas aquellas personas que siguen creyendo en el ser humano como alguien constructivo ( que se equivoca sí, pero que no escupe veneno) y les pido que no decaigan. Que sigan en las redes o no, que hagan lo que quieran pero no se dejen superar y saturar por las malas intenciones porque si no, por acción u omisión estaremos permitiendo que logren sus objetivos; encrespar y anular cualquier tipo de mejora. Que sean ellos los que acaben saturándose y se vayan por donde han venido ( o cambien su actitud).
No sé a dónde llegará esta petición y tampoco sé si me he explicado bien o estáis de acuerdo conmigo. Sólo sé que quiero hacerlo porque me resisto a ser cómplice de los palmeros del «Coronavirus».
Gracias.