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¿De qué se quejan los asistentes a las formaciones?

Creo saber lo que estás pensando. El título no es de lo más motivador para un formador. Pero  sólo es a simple vista. A  nadie le gusta recibir quejas pero a todos nos interesa saber de qué se queja el personal.  Por eso en este blog, las quejas nos las tomamos como críticas constructivas que nos ayudan a mejorar como formadores.

Después de unos cuantos años, de formaciones varias a colectivos variados (como ves todo muy variopinto) he tirado de carpeta y de feedback recibido para hacer examen de conciencia. Es una carpeta pequeña y naranja. Ahí están mezclados cientos y cientos de post it que en algún momento me regalaron para darme pistas de por dónde andaba como formadora.

En algunos post it simplemente se recogen sensaciones generales, en otros adjetivos más concretos y en otros utilizan la técnica MIMO para valorar mi formación; esto es:

  1. “Cosas” a mantener en mis formación M
  2. “Cosas” a incorporar a mi formación I
  3. “Cosas” a modificar en mi formación M
  4. “Cosas” a omitir en mi formación O

Con esta técnica se recoge mucha información de valor porque, de alguna manera, “obliga” a quien hace la valoración a hacer críticas constructivas que nos ayudan a mejorar.

No te voy a negar que leer las valoraciones me ayuda a motivarme cuando ando baja de moral o dudo sobre mí. Son un salario emocional.

Y, además, me permiten tomar nota de las áreas de mejora y ponerme a ello.

Además, a lo largo de estos años, también he preguntado a muchas de las personas que han acudido a mis formaciones cuestiones como:“¿qué le pides a un formador?”, o “¿qué le recriminas a un formador?”. Con esta pregunta busco saber cuáles son las líneas rojas que un formador debe respetar.

“¿Qué le pides a un formador?”, ahí van algunas de las respuestas más repetidas:

Hombre, Personas, Masculina, Retrato

-Capacidad de comunicación; fluidez de palabra y expresión.

– Lenguaje cercano.

-“Que no me dé la sensación de perder el tiempo”.

-Puntualidad.

-Sesiones amenas.

-Dominio del tema.

-Generar confianza e ilusión de aprender.

-Empatía.

-Saber escuchar.

-Honestidad.

-Saber llevar al grupo y a las personas individualmente.

-Aportar algo diferente.

-Flexibilidad y adaptación.

¿Cómo lo ves? La ideal es cumplir con estas características pero oye, no somos perfectos. Y ni falta que nos hace. No buscamos la perfección sino la superación.

Si hay alguna que se te resiste, no te agobies porque se puede trabajar. Todos estos requerimientos o habilidades se pueden entrenar y desarrollar.

Y, ¿qué me han dicho que le recriminarían a un formador?

Hombre, Moda, Retrato, Expresión, Cara

-Que no se ocupe o considere a quien acude a su formación.

-Que no sepa de lo que habla.

-Que no escuche; a veces estamos tan pendientes del contenido  que  nos podemos olvidar de las personas.

-Que la comunicación no sea fluida.

-Que no se conecte.

-Que se genere sensación de pérdida de tiempo y nos lancen al foso de las formaciones y los formadores mediocres (esto último es de mi cosecha).

-Que sean sesiones aburridas.

-Que no se tenga en cuenta la diversidad.

Como verás, hay muchos “noes” por ahí.

¿A dónde quiero llegar? Si te soy sincera, quiero arrimar el ascua a mi sardina. Si quieres ser mejor formador, por supuesto que has de contar con conocimientos pero, por favor, ten muy presente tus habilidades comunicativas y emocionales. Te aseguro que yo también estoy en ello.

Indiscutiblemente el conocimiento en un recurso clave para el formador. Eso sí, el conocimiento no llega a ningún lado si no se sabe transmitir. Si el formador no conecta ni tiene en cuenta a las personas a las que se dirige…

Lo que va a marcar la diferencia. Lo que te va a diferenciar de los demás eres tú. Tu forma de contar lo que sabes, tu capacidad para interactuar con quienes acuden a tus formaciones, tu forma de liderar la formación… Será tu marca de identidad profesional.

Seguro que tú también has asistido a varias formaciones. ¿Qué le pides a un formador? Tu opinión importa, y mucho.  La opinión de quienes acuden a nuestras formaciones también importa; en algunos casos,  incluso más que la nuestra.

Sé lo que estás pensando. Los formadores somos “seres multidisciplinares”. Pues sí, si queremos hacer bien nuestro trabajo y evolucionar en todos los sentidos no queda otra que conocer y gestionar adecuadamente personas, contenidos y técnicas en un contexto positivo.

Parece más complejo de lo que es.

Merece la pena darnos una vuelta como formadores para generar mejores formaciones.

¿Preparad@?

Y dice La Pelaya

Feliz año nuevo pelayos y pelayas!!!!!

Pues ya está. Ya estamos en 2020. Ya hemos dado la vuelta al sol y vuelta a empezar. Mucha gente quería que el año acabase cuanto antes. Ya lo ha hecho.

Ayer volvió a amanecer y seguramente pasamos el día con la resaca del adiós.

Hoy ha vuelto a amanecer y vemos el día con cara de sábado.

Y, mi pregunta es:

¿Qué pensarás tras el amanecer del lunes?, ¿Y del martes?, ¿Y del miércoles?…

Entiendo perfectamente a quienes tenían muchas ganas de darle una patada en el culo al 2020. Es fácil de comprender. Tan fácil como darse cuanta que de hoy, 2 de enero del 2021, poco ha cambiado por el mero hecho de cambiar de fecha. Y es que, por más que nos pese, gran parte de lo que nos sucede no es cuestión de calendario.

Nuestra vida está construida en base a hechos sobre los que no tenemos capacidad de control pero cimentada en nosotros mismos; nuestros valores, nuestra actitud, nuestra gestión emocional, nuestra resiliencia y capacidad de adaptación.  Y, no hay más vuelta de hoja ni de año que lo cambie.

Ya sabes que no me caracterizo por ser formalmente correcta ni tan siquiera sutil. No suelo usar ese tipo de cortesías para temas de superviviencia y desarrollo personal.  Me parece lo sufientemente importante y urgente espabilar y tomar conciencia de que el 2021 volverá a ser denostado si nosotros no tomamos las riendas de nuestra vida personal, profesional y social.

Por el mero hecho de que sea 2021 no significa que todo esté mejor, ni nosotros seamos mejores, ni los números hayan mejorado, ni nada de nada. Hoy pude ser exactamente igual que ayer y antesdeayer salvo que DE VERDAD nos enteremos de que somos nosotros la llave del cambio y debemos ponernos en acción para que eso ocurra.

Si quieres mejorar personalmente ponte las pilas, conécete y supérate.

Si quieres un ascenso, cambio o mejora profesiona,l asume el reto de que eso suceda y haz lo que sea necesario para hacer de tu objetivo una realidad.

Si quiere que la sociedad cambie, cambia tú.

Y todo ello pasa inevitablemente y sin posibilidad de atajos por APRENDER, CAMBIAR, ERRAR Y SUPERAR. 

¿Que te da pereza?

¿Que tienes miedo?

¿Que no te merece la pena?

¿Que da igual lo que hagas porque las cosas son como son?

Tú verás. Dale una vuelta al tema y si sigues pensando lo mismo échate a un lado y deja que el resto lo haga. Pero no seas problema para ello.

Que tienes tantas dudas como ganas, pues SALTA y date la oportunidad de ser más feliz.  De hecho no hay mejor fórmula para la evolución social; si todo el mundo es un poco más féliz no va a tener ganas de hacer daño a los demás.

Date la oportunidad de crecer, de ser tu mejor versión, de vivir y no sólo existir, de equivocarte y reír, de ser tu propia llave y de ser llave para los demás.

Honremos a la vida, a los que no pudieron o no pueden, a los que nos necesitan y a los que necesitamos. Honrémonos y demos sentido a lo que somos y hacemos.

Y aquí La Pelaya está inmersa en numerosos proyectos. Y no, no soy una super ejecutiva que maneja cuentas de ceros incalculables pero al final y al cabo son MIS proyectos. Esos que pueden cambiar mi vida y quien sabe si la vida de los demás. De momento te contaré algún proyecto para hoy:

  • Sonreír más.
  • Quejarme menos.
  • Poner lavadora.
  • Escribir este post.
  • Planificar ( a groso modo) el final de una formación del lunes.
  • «Limpiar» el ordenador.
  • «Rezar» por los peluqueros que van a osar cortar el pelo a mis hijos.
  • Decirle a mis padres que les quiero.
  • Vaguear

UpsssNo sé si me dará tiempo a todo. Tengo a mi tribu en casa conmigo y, por la cuenta que me trae, requiere atención. Igual rezo mientras pongo la lavadora, no me quejo mientras limpio el ordenador y sonrío mientras escribo este post. Y, el sentido del humor (ya sabes, el de la cuadrilla de la alegría) que no falte.

¿Qué harás tú en 2021?

¿Qué harás tú hoy?

Hagas lo que hagas recuerda que #lallaveerestúconacentoenlaú

Se os quiere y todo.