Ayer ya vimos la importancia de llamarnos por nuestros nombre. Hacerlo, es el mejor punto de partida para saltar y avanzar.
Hoy, hablamos de la a. ¿A qué te invita la a? a AVERIGUAR. En concreto, a investigar y conocer el mensaje secreto de tus estados emocionales. Las emociones son chivatas. Nos quieren avisar de algo. En tu vida cotidiana tanto personal como profesional es común sentir muchas emociones. La clave está en la predominancia de ellas. Cuando piensas en dar el paso, en saltar ¿qué sientes?, ¿cómo influye en ti y en tus actos lo que sientes?, ¿qué pensamientos te vienen a la cabeza?. Ahí hay pistas querido investigador.
Si cuando pienso en seguir adelante con un proyecto o cambio personal o profesional y aparece el miedo he de averiguar de qué me quiere avisar ese miedo. Posibilidades:
- Que el miedo me quiera dar prudencia para pensar detenidamente en la decisión que voy a tomar. Eso está muy bien ¿no crees?. Entonces, tendré pensamientos tales como » Este asunto en concreto he de darle una vuelta…», «Voy a revisar esto…».
- Que el miedo nos quiera sabotear. Ya sabes que el cerebro no es el mejor amigo de los cambios. Salvo los imprescindibles, le parecen un gasto innecesario de energía. Nuestro cerebro está más por la labor de «Más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer». Es nuestra misión conocer y entrenar el funcionamiento de nuestra cerebro. En esta situación el miedo genera pensamientos tales como «Ya verás, no va a salir bien», «No te metas en líos», «No eres suficientemente bueno para ello», «No lo mereces»…Esto, más que pensamientos son sentencias y poco sirven para evolucionar. Más bien nos «encierran» en perspectivas y situaciones limitadas.
- Que el miedo nos esté avisando de algún peligro real e inminente que puede suceder.
- Que el miedo aparezca «sin Ton ni Son» porque en tu vida siempre lo hace. Tanto es así, que acabas tomando decisiones más por miedo que por ilusión o ganas. Al final, poco avanzarás.
La cuestión es que las emociones y los estados emocionales siempre nos avisan de algo. Hacerles caso, conocer su mensaje y gestionar las emociones es fundamental antes, durante y después del salto. De ello depende, muchas veces, el resultado del mismo.
La curiosidad nos permite averiguar para qué saltar, cómo hacerlo y qué hacer para solventar los obstáculos.
Averigua qué necesitas para dar el salto. Ya verás como, principalmente, son recursos emocionales.
Averigua qué sientes ante el salto, gestiónalo y salta.
Yo ya salté y sigo preparando saltos.
Lo que ya no tienes que averiguar es que #lallaveerestúconacentoenlaú.
Que tengas un buen día.